En mi primera parte de este estudio sobre cómo funciona la fantasía, a partir del homónimo libro del diseñador italiano Bruno Munari, definí la creatividad como la capacidad de crear relaciones y puse algunos ejemplos de estas relaciones. Pero la intención del autor no es la de ofrecernos una receta universal sino de mostrarnos los mecanismos, métodos y formas de la creatividad.
El proceso creativo, desde la invención o la fantasía hasta la imaginación y, si el caso lo permite, a la producción final, es un trabajo largo y necesita de “cuidado y de cultura” como nos dice el mismo Munari.
C’est ne pas la colle qui fait le collage
decía Duchamp (no es el pegamento que hace el collage 🙂 )
El producto de nuestra creatividad para que se pueda considerar completo también debe poderse comunicar, si no, queda un ejercicio personal, un experimento o investigación. Pero, como nos enseña el autor, la creatividad se puede potenciar y, en este sentido, hacer ejercicio, aunque sin ninguna finalidad, es fundamental.
Una persona creativa es una persona flexible, perceptiva, propositiva y fácilmente adaptable. Por lo contrario, una persona sin creatividad será incompleta, incapaz de hacer frente a los problemas y a los cambios de la vida. Munari lleva la cuestión de la creatividad a una dimensión muy concreta y sobre todo, social, algo de lo que normalmente no se habla. Las personas creativas son en primer lugar individuos capaces de aportar a la colectividad, porque abiertos a la colaboración y a la innovación. De aquí la necesidad que quien trabaje con niños aprenda a estimular su lado creativo. Una regla base que Munari pone en los ejercicios con los más pequeños es la de destruir el resultado una vez finalizado el juego, de este modo no se crearán modelos imitables ni estilos que perpetuar, y se evitará considerar solo el trabajo de algunos como referencia, haciendo comparaciones, porque lo más importante es metabolizar el proceso y poderlo repetir con la máxima libertad. Nunca lo había pensado, pero me parece muy interesante esta reflexión: nos invita a utilizar la creatividad sin prejuicios ni con el objetivo de ser premiados o resultar mejores que otros.
Aquí algunos ejemplos de los que Munari llama “juegos para el desarrollo creativo”. A través de estos juegos los niños aprenden siempre algo nuevo, a utilizar técnicas y materiales, pero sobre todo entienden las reglas básicas del lenguaje visual. Yo como ilustradora “en proceso” he probado algunos y me han parecido muy estimulantes.
1. Alejarse de los estereotipos
Muchas veces en las clases se dice a los alumnos tomar los rotuladores a la mano y dibujar. Pero esto no es de nada estimulante, aunque deje la máxima libertad de expresión al final todos los niños del mundo acabarán con probabilidad dibujando una casa, un árbol, el sol, etc. Pues Munari ofrece una simple solución para crear formas distintas, o mejor, para dejar que las formas lleguen solas a la mente. Se hace cachos un folio de papel y cada uno debe tomar un trozo y dibujar en él lo que la forma del papel le sugiere. Así saldrán tiburones, rascacielos, trenes, submarinos, dinosaurios, monstruos, y mucho más.
2. Explorar el orden de las tres dimensiones
Todos conocemos la técnica japonés del origami, y más bien la consideramos un pasatiempo relajante. En Japón utilizan esta técnica en clase para enseñar a los niños a ser más precisos. También se aprende a dar forma a un espacio tridimensional desde un simple papel plano y los pliegues del papel.
3. Sintetizar formas con la geometría
Otro juego que viene de oriente, esta vez de China, es el Tangram y consiste en recortar un cuadrado de papel en muchas formas y después en juntarlas para conseguir el mayor número de objetos diferentes. Comprender que una cosa puede transformarse en otra es un conocimiento que se relaciona con el cambiamiento, y, como dice Munari:
la mutación es la única constante de la vida.
4. Rosas y ensalada
Un ejercicio de pintura muy muy fácil: cortamos el tallo de una lechuga por la mitad (podemos probar con otras verduras) lo entintamos como un sello y los pasamos sobre papel. ¡Hemos creado un césped de rosas 🙂 !
Este experimento funciona sobre todo para aquellos que tienen miedo a equivocarse al dibujar y nos hace reflexionar sobre el significado mismo del dibujo, que no es solo representación de la realidad sino expresión de sensaciones globales, es síntesis y sugerencia también.
5. Explorar objetos
Quizás mi ejercicio favorito. Cogemos un objeto cualquiera como por ejemplo una hoja, ¿Qué podemos ver en una hoja?
Podemos calcarla sobre papel y ya tenemos una reproducción, pero podemos también marcar solo sus nervaduras…ya la hoja parece un árbol. Y si marcamos los puntos más externos o de intersección se transforma en una constelación. Seguimos haciendo nuevas relaciones y aparecen formas distintas , un diamante por ejemplo, o una llama…(dos formas que ya habíamos visto ser modelos básicos de crecimiento orgánico en el capítulo Exactitud de Calvino).
Y aquí me paro, en el libro claramente hay muchos juegos más y Munari explica muy bien el sentido que tiene hacer cada uno de ellos.
Así que no me queda más que invitarte a experimentar y ¡a disfrutar!
Hola qué me puedes sugerir yo coincido con tigo qué hay que desarrollar en cada momento la creatividad y que eso hace que los niños resuelvan problemas de su vida diaria soy docente en informática y realice un estudio sencillo de utilizar el software scratch para desarrollar e incentivar la creatividad
¡Hola Rosa!
Lo siento no conozco bien el programa Scratch, lo mio es más de manualidades 🙂 , y tengo pensado próximamente escribir nuevos posts con ejercicios prácticos. Bruno Munari ha sido un verdadero genio en investigar sobre las posibilidades que el ejercicio creativo ofrece a los niños, así que como autor yo lo recomiendo siempre a quien se dedique a la educación.
Ultimamente se han desarrollado muchísimas herramientas digitales para promover la lectura, el arte y la creatividad (en la Feria de Bolonia era uno de los temas de debate principales) así que no falta material por investigar y experimentar. Yo en cuanto tenga un poco más de conocimientos sobre este tema escribiré algo por aquí…
¡Es siempre motivante conocer a profesores con tanto entusiasmo y espíritu creativo!¡Sigue así 😉 !
Un abrazo,
Claudia