En mi último post he hablado de como motivarnos depende más de nuestra propia voluntad que de una esperada inspiración desde fuera o de grandes revoluciones de la vida. Igual que la creatividad, la motivación es una herramienta que, si bien desarrollada, nos facilita en nuestra rutina. Claro, hay personas más o menos predispuestas a estar siempre a 100 por hora, pero realmente es una actitud que se puede y se debe entrenar.
En este nuevo capítulo, sigo sobre el tema, con algunas recomendaciones prácticas que he ido colectando desde mis lecturas on y off-line. Y, hablando de lecturas, menciono desde el principio el nuevo libro de Austin Kleon, Sigue adelante, que ha sido para este post una grandísima fuente de inspiración.
Quién no es nuevo en el blog sabrá que soy muy fan de Kleon, desde su Roba como un artista a Aprende a promocionar tu trabajo, cada una de sus publicaciones es un buen resumen de sabios consejos. Lo mejor es que no se trata de grandes secretos ni de fórmulas complicadas, Kleon tiene la capacidad de mostrarnos lo fundamental que son las cosas más simples y de forma directa y sencilla nos comparte su visión del mundo.
Algo que subraya siempre Kleon es que la vida creativa no es lineal: se suele hablar del viaje creativo, del camino de desarrollo personal, pero este no es un recorrido en línea recta, su fin no es el de llevarnos de un lugar A a un lugar B. Y de hecho, a veces sentimos que estamos pasando por el mismo sitio, que nos hemos perdido nuevamente, o que los errores se pueden repetir…. este recorrido se podría mejor representar con una espiral. Los malos momentos, los bloqueos, pero también las ilusiones y las sorpresas, van y vienen.
Por esta razón, es importante entender cómo motivarnos para seguir adelante, empezando por trabajar nuestra práctica diaria y por definir una rutina que nos ayude a no perdernos.
Aquí los que considero pasos básicos para mejorar en este sentido 🙂 .
1. FOCALÍZATE
Ahora que hemos visto que la motivación es pura energía que se alimenta de nuestra actitud a tomar acción (de este aspecto hablo en mi anterior post), tendremos que aprender a direccionar esta energía correctamente, evitando malgastarla inutilmente.
Así que lo más importante es aprender a priorizar y a tener foco.
¿Y qué significa priorizar? Pues distinguir bien entre las tareas que son más o menos importantes, y más o menos urgentes.
Aquí abajo tienes una representación de la matriz de Eisenhower, esencialmente un esquema que te puede ayudar a definir tareas.
2. ENTRA EN EL FLOW
Otro truquillo es el de establecer unos rituales que nos ayuden a coger el ritmo y a seguir adelante sin romper la cadena de nuestras acciones y de nuestros buenos propósitos.
Para no quedarnos bloqueados cuando las ganas se hacen más débiles, podemos empezar a calentar mente y cuerpo con acciones que nos resulten automáticas o con hábitos que nos relajen y nos permitan entrar en el flow. Puede ser prepararnos una taza de té y escuchar música, ordenar el escritorio, meditar unos minutos o dar un paseo matutino.
La mayoría de los artistas tiene sus propios rituales de trabajo, talismanes o pequeñas creencias y supersticiones que les ayudan a focalizarse e invocar esa energía creativa necesaria a ser productivos. Si tienes cierta curiosidad por conocer desde cerca manías y hábitos de grandes personalidades, te recomiendo el libro Rituales cotidianos, de Mason Currey, en el que encontrarás catalogados los rituales diarios de 161 personas creativas,
3. HAZ LISTAS
Hacer listas es muy útil a la hora de organizarnos y mantener el foco, porque nos permite visualizar todas las tareas que tenemos que hacer de una forma simple y sintética. El placer de tachar las cosas hechas, una tras otra, solo lo puede entender quién haga listas😉. Pero es cierto que volcar todo lo que tenemos en la cabeza, tareas urgentes, proyectos, intenciones, y más, puede originar una monstruo-lista que más que ayudarnos a visualizar nos agobia.
El secreto es otra vez priorizar, no una única lista sino varias, diferenciadas por objetivos:
-
- Haz una lista de las tareas más importantes que tienes que cumplir sí o sí al día siguiente, puedes escribir esta lista antes de acostarte o de salir del trabajo.
- Luego haz una lista de tus objetivos semanales.
- Divide tus grandes proyectos en pasos más pequeños y agéndalos teniendo siempre en cuenta tus listas diarias y semanales.
Así los resultados de tu día a día te darán la motivación para conseguir los objetivos de la semana y a su vez este sistema de organización te evitará procrastinar las tareas que no son urgentes, pero sí importantes, para alcanzar tus metas más grandes.
4. ESCÚCHATE MÁS
Los ritmos biológicos no son los mismos para todos, el cuerpo nos lanza muchas señales y es importante aprender a escucharlas. Hay momentos en los que nuestra energía está a tope, y otros en los que tiene sus bajones. Eso depende mucho del tipo de persona que seamos, si más nocturnos o diurnos. Yo, por ejemplo, me despierto muy lentamente, así que de primera mañana prefiero hacer las tareas más automáticas, en las que no tenga que pensar demasiado, después sigo con los trabajos más importantes en los que necesito focalizar mi atención y que intento terminar antes de comer, porque sé que después de dos o tres horas mi concentración baja. Sin embargo, mi momento más creativo es al atardecer.
5. …Y ¡CUÍDATE!
Para ser más productivos, tenemos que cuidar de nosotros, asegurarnos un buen descanso y una buena alimentación. Forzarnos a trabajar muchas horas seguidas sin hacer pausas es contraproducente, los momentos de descanso y de ocio son esenciales, ¡nuestra mente necesita parar! Desconectar y vaciarse.
Si trabajamos las horas justas, con foco y propósito, cuando nos levantemos del escritorio nuestro cerebro seguirá trabajando en background. Esencialmente mientras nuestra actividad consciente se toma un descanso y se concentra en todo otro tipo de actividades, nuestro subconsciente seguirá con los motores encendidos: poniendo orden a toda la cantidad de información que hemos estado procesando en nuestras horas de trabajo. Muchas veces encontrará solo las soluciones que estábamos buscando. ¿Sabes la típica idea genial que te llega mientras te duchas o paseas por la calle? Pues para que esto suceda no debemos abusar demasiado de nuestra mente.
Además, cuando cumplas con un objetivo que consideras importante, hazte un regalo, date una pequeña recompensa, que puede ser un desayuno en ese bar que te gusta tanto, un día libre solo para ti, cualquier cosa. Porque la motivación también hay que mimarla un poquito.
Esta fantástica ilustración es de Lisa Congdon una diseñadora que siempre me transmite mucha energía y positividad, te recomiendo aquí su web personal
Y termino con esta frase, una nueva mención a Kleon:
No necesitas una vida extraordinaria para realizar un trabajo extraordinario, solo necesitas prestarle más atención.
Me parece una excelente conclusión, porque nos aclara el otro lado del significado de motivarnos: por una parte, como visto anteriormente, tenemos que alimentar nuestra energía de forma proactiva, por el otro, concentrar esa energía y aprender a tener foco. Es decir, a prestar más atención a nuestra rutina.