Como los grandes famosos de Hollywood yo también tengo un personal coach.
Aquí le ves en toda su sabiduría
Pues nada que he tenido que prometerle una categoría dedicada en el blog, y para empezar me ha sugerido compartir algunas de sus inestimables enseñanzas:
1.Cada día despiértate con entusiasmo. Es lo que te da la energía necesaria para enfrentarte con positividad a tu cotidianidad. Para mi perro cada día es un regalo. Ya solo el despertar es un momento de fiesta, porque sabe que le esperan paseos, comidas, mimos… ¿Qué más se necesita?
2.La felicidad es un delicado equilibrio entre tres elementos: comida, amor y cama. Es decir, come con gusto, rodéate de gente que te demuestre cariño y duerme todo lo que puedas.
3.Alimenta siempre tu curiosidad. Aprende a olfatear como un perro, a seguir las pistas, a observar lo que te rodea.
4.Reconoce tu instinto. Atención que no he dicho sigue. El instinto también puede fallar: milenios de civilización a nuestras espaldas lo han dejado poco entrenado. Un perro siempre reacciona primero por instinto, pero con la educación aprende también a controlarlo. Reconocer tu lado puramente instintivo y saberlo leer es la parte más difícil, no estamos acostumbrados, pero es esencial para conocernos mejor.
5.Aprende a jugar. ¡Jugar es muy importante! Es como una sesión de stretching para nuestro cerebro. Nos ayuda a ser más creativos y a razonar de forma más elástica y libre. Y reír, sentirnos ligeros y hacer el tonto, viene muy bien de vez en cuando.
6.El mundo es una reserva infinita de estímulos. Y nosotros somos una maravillosa maquina receptiva. Solo hay que lubricar un poco los engranajes porque la vida delante de la pantalla apaga bastante los sentidos. Pero que sensación fabulosa es reconocer un olor, descubrir un sabor nuevo, ver una imagen que nos sorprende, escuchar un sonido que nos relaja o una canción que nos emociona.
7.Hay que aceptar la imprevisibilidad: no se puede controlar todo. Es la dura ley de la naturaleza, hay que asumirlo. El lado bueno es que no todo está en tus manos, y esto al fin y al cabo puede ser un alivio.
8.Para recargar pilas sal y date un paseo. Salir y respirar el aire de fuera es una buena solución si te sientes bloqueado, oprimido o estresado. Y andar es el mejor ejercicio para mantenerse en forma, también te ayuda a desconectar y recuperar energías.
9.No importa a dónde vayas, lo importante es el camino. Da igual si voy al parque, si simplemente doy la vuelta a la manzana o si me cruzo dos veces la ciudad. Lo que realmente le gusta a mi perro es ir olisqueando y descubriendo cosas por el camino. Seguir pistas, saludar a otros perros o mandarlos a la porra (en su idioma canino) es de lo que el disfruta. Y lo que hace que cada día sea diferente y posiblemente lleno de sorpresas.
10.Si un lugar no tiene árboles, no merece la pena. Quizás un perro lo piense por distintas y obvias razones 😉 Pero si tienes una mascota no puedes no ser sensible a los problemas que el ambiente está sufriendo en estos tiempos. Aunque no tengamos cuatro patas ¡no podemos prescindir del verde! Y hay que dejar de pensar con arrogancia que todo lo que está en este planeta es nuestro por derecho.
Reconozco que quizás no siempre sea la mejor alumna posible, pero es innegable lo que una mascota te aporta con su sabiduría animal. Si tú también tienes un compañero con cola y cuatro patas sabes de lo que hablo (y sin discriminaciones, que sean patas, alas o escamas 🙂 ).
Así que, ¿cómo llevas tu formación? ¿Que es lo más valioso que has aprendido?
A ver si compartimos apuntes. Mientras, yo sigo estudiando 😉 .