Por fin ha llegado a mis manos este pequeño librito, Arte a la carta, editado por Zorro Rojo, ¡una verdadera joya! Regalo que mi madre me ha traído de su último viaje a Madrid.
Tengo que decir que Zorro Rojo es una de mis editoriales favoritas porque sus libros se caracterizan por una fuerte personalidad, una calidad de ilustración excelente y una pizca de ironía.
En esta obra el ilustrador Benjamin Chaud nos ofrece su interpretación de la historia del arte … en el plato 🙂 . ¡Nada mejor que cenar con un gran maestro para conocer su lado más auténtico! O por lo menos esta es la opinión del autor, que relaciona las bellas artes con recetas gastronómicas, empapándolo todo de mucho humor.
El trabajo de Chaud se distingue por su predilección por lo surreal, lo absurdo y lo cómico. Es uno de esos ilustradores que habla el lenguaje de los niños, pero con gran generosidad lo pone fácil para que también los mayores lo entiendan… Por supuesto únicamente los que estén dispuestos a ver el lado más divertido de la vida. Puedes seguirle en su cuenta de fb que está genial, y aquí el ilustrador nos cuenta en inglés un poco más sobre su forma de trabajar.
Aunque en tono de broma el objetivo del libro es rendir homenaje a la producción artística a lo largo de la historia, acercando algunas grandes obras al amplio público, liberándolas por un momento de los asépticos espacios expositivos en los que están siempre relegadas y avivando los cinco sentidos al conectar lo culinario a lo pictórico. Todo el conjunto aderezado además con un hilo de fino humorismo.
En conclusión, con las palabras de la editorial:
Benjamin Chaud sienta a la mesa a los grandes maestros del arte para hacerles dialogar con desopilantes y cotidianas escenas, propias de esos templos de la gastronomía en que se produce el intercambio humano y, por ende, todo puede suceder: los restaurantes.
Los dibujos junto a breves frases didascálicas, interactúan con el lector que acaba reflexionando sobre el artista y su proceso de creación. La comida se transforma en una acertada metáfora que nos ayuda a desmigar la obra en sus partes elementales. Con una capacidad típica de la interpretación irónica, el autor activa un mecanismo de reflexión agudo en nuestra mente y hace que cada obra se haga reconocible en nuestra memoria.
En definitiva, Arte a la carta es un libro breve pero jugoso, para disfrutar página tras página. Al final habremos repasado un poco de historia de arte y con una sonrisa.
después de haber hablado tanto de ella aquí, no podia faltar Niki De Saint Phalle 🙂